La medicina natural desde tiempos ancestrales ha sido implementada como cicatrizante, desinflamatoria, combatiente de tos, gripe y algunas variantes de estas enfermedades. Siendo útiles hasta hoy en día, obviamente el objetivo de esta medicina es evitar el uso de trópicos que puedan ser agresivos con nuestro cuerpo o provocar ciertos efectos secundarios, como la pérdida de peso excesiva, ceguera, dolores de cabeza, etc. El primer jarabe fue creado por el farmacéutico francés Abel Guillón en 1820, y gracias a este se logró combatir la tos y con el paso del tiempo más enfermedades causadas por alergias, condiciones climáticas, dolores musculares y hasta fracturas.
En estos tiempos de pandemia, la eficiencia de la medicina natural se ha expandido a pesar de ser juzgada por la sociedad cuestionando su validez, pero de igual manera hay gente que no han olvidado las antiguas recetas que vienen desde nuestros antepasados, los jarabes naturales logran ser potentes y asegurar la recuperación del paciente sin causar algún efecto contraproducente a largo plazo. Gracias a los Mayas, Aztecas y a la cultura Valdivia, Latinoamérica es uno de los continentes donde más se usan y producen remedios naturales, ya que nuestros ancestros dejaron estos rastros a sus sucesores, logrando que de generación en generación se mantengan nuestras raíces.
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